
LECCIÓN 7: Sólo veo el pasado.
Lección 7 del Libro de Ejercicios de UCDM
Hay algo incómodo en la sinceridad demoledora de la Lección 7 de UCDM: “Solo veo el pasado.”
Así, sin anestesia, sin vueltas. Vivimos convencidas, convencidos, de que estamos aquí, ahora, experimentando a las personas, los objetos, el mundo mismo con frescura e inmediatez.
Pero ¿y si todo eso fuera mentira? ¿Y si no hubiera ni un solo instante—ni siquiera uno—en el que miraras de verdad lo que tienes delante? ¿Y si la taza, el bolígrafo, la mirada seria de quien tienes enfrente, no son más que repeticiones, proyecciones de historias contadas mil veces en tu cabeza, sin que lo notes, sin que puedas detenerlo?
Esta no es solo una frase bonita para buscar unicornios en la mente. Es un terremoto. Porque si “solo veo el pasado”, todo lo que temo, lo que amo, lo que rechazo o ignoro, está condicionado por algo que ni siquiera es real en este momento.
Sigues la huella de la separación, esa necesidad de controlar, de distinguir —este es mi amigo, este es mi enemigo, este lugar donde desayuno es seguro porque “siempre” ha sido seguro…— y te olvidas, una vez más, de la posibilidad radical: ver sin pasado.
Recuerdas, quizá dolorosamente, aquella insistencia: “Nada significa nada”, “Le he dado a todo el significado que tiene para mí”. La Lección 7 es el eco de ese viento fresco y, mientras cierras los ojos para intentarlo, te asalta una pregunta tras otra:
¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cómo se supone que deje de ver el pasado si todo lo que miro me arroja de vuelta al recuerdo, al juicio, a la costumbre? ¿Será posible aceptar, aunque sea un poco, que la taza que tengo entre mis manos es solo el reflejo de algo que solo existe… en mi mente antigua?
Quizá no tengas respuesta de inmediato. ¿Pero quieres saber hasta qué punto puedes cambiar tu visión? Lo vas a decidir justo aquí, confrontando cada una de las preguntas que esta lección trae a la luz. Y si, tras cada pregunta, te encuentras incómoda, incómodo o incluso enfadada, enfadado, felicidades: has empezado a practicar de verdad.
Desmontando el espejismo: por qué la Lección 7 es crucial y cómo romper el ciclo
Decir “solo veo el pasado” no es un ejercicio de resignación intelectual. No es repetir una frase y volver al hábito de siempre, como quien se lava los dientes. Es—decididamente, honestamente—detenerte y cuestionar la realidad entera que la mente te ofrece como “evidente”.
El Curso no esconde el truco: nuestra percepción está encadenada a significados pasados que elegimos mantener vivos porque, en lo profundo, todavía creemos necesitar esa identidad construida. Hay miedo a soltar, a mirar de verdad, miedo a dejar de ser “yo” para abrir posibilidades donde hoy solo hay repetición.
Responder las siguientes diez preguntas no es un mero acto académico. Es quitar una venda tras otra, permitir que tu mente se retuerza, que dude, que huya, pero que, finalmente, tenga una oportunidad de abrirse. Si puedes mirar de frente cada cuestión, si te das permiso para dudar y respirar en medio de la incomodidad, la práctica deja de ser un adorno y se convierte en transformación. Porque —y esto es lo verdaderamente insólito— solo se aprende deshaciendo lo que creías imprescindible.
Suelta expectativas, suelta la teoría, incluso suelta el ansia de iluminación. Lee cada pregunta como si de verdad estuviera dirigida a ti, justo hoy, justo aquí. No importa si empieza con rabia, tristeza o desconcierto. Lo importante es el espacio que abres dentro.
1. ¿Qué significa realmente “Solo veo el pasado”?
Respuesta
“Solo veo el pasado” es admitir que no veo nada de forma nueva, limpia, inocente. Todo lo que percibo—cada cosa, persona, situación—es filtrado por lo que la mente cree saber, por recuerdos, por heridas, por placeres, por miedos. Veo a mi madre, mi pareja, una piedra, y lo que aparece no es lo que hay, sino el peso de todas mis experiencias, expectativas, prejuicios. Es una confesión valiente: todo esto que veo, lo veo a través de un velo tejido en el ayer.
Por qué es clave esta pregunta
Sin entender esto, sigues peleando con sombras. Crees que luchas contra el presente, cuando en realidad estás batallando con fantasmas. Aceptar este punto es empezar a darte cuenta de que las reacciones más intensas (el amor ansioso, el desprecio, el pánico) NO hablan de la realidad presente sino del residuo mental.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Haz el ejercicio. Mira cualquier objeto y pregúntate: ¿puedo VERLO realmente tal como es, sin comparar, sin recordar?
- Si notas que inevitablemente surgen asociaciones, no te culpes. Reconócelo: “Solo veo el pasado en esto.”
- Si aplica, hazlo con personas. Deja que la frase resuene internamente sin forzar una solución.
2. ¿Por qué ver el pasado está ligado al sistema de pensamiento del ego?
Respuesta
El ego necesita desesperadamente el pasado. Esa es su trinchera. Solo puede existir reivindicando una historia, una línea narrada de separación, errores, culpas, méritos. Ver el pasado es perpetuar esa identidad, defender el “yo” frente a un “tú”, los “míos” frente a los “otros”. Si aceptaras el presente limpio, sin pasado, el ego se diluiría. Así de simple, así de aterrador.
Por qué es clave esta pregunta
Porque si no entiendes esta raíz, el ego logrará sabotear cualquier intento de soltar el pasado. Se justifica: “Tienes que explotar esta rabia…”, “¿Recuerdas cómo te hizo daño?”, “Si olvidas, eres débil”. El ego teme morir en un presente sin historia.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Cuando surja una emoción perturbadora, sospecha: ¿defiende el ego su historia aquí?
- Pregúntate: ¿busco justicia/aprobación/seguridad porque me mantengo en el pasado?
- No te pelees con el ego, solo obsérvalo y sonríe.
3. ¿Qué significa de verdad limpiar la mente de pensamientos del pasado?
1. Respuesta
Limpiar la mente no es tenerla en blanco. Es, humildemente, reconocer que todo lo que crees saber es una interpretación, una superposición de experiencias antiguas. Soltar el pasado es soltar las cadenas invisibles que atan tus percepciones, permitiendo que el presente se muestre desnudo, sin juicios.
Por qué es clave esta pregunta
Los pensamientos del pasado son el cemento del ego. Si decides que el presente puede ser nuevo, el miedo empieza a disolverse y la rigidez cede.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Haz tuyo el mantra: “No sé lo que esto significa realmente.”
- Observa cada reacción automática e imagina: “¿Y si no viniera del pasado?”
- No busques borrar recuerdos, solo experimenta la posibilidad de no seguir atado, atada a ellos.
4. ¿Cómo afecta ver el pasado a mis relaciones?
Respuesta
Relaciones contaminadas de pasado son encuentros entre máscaras. No ves a tu compañera; ves tus miedos, tus heridas, tus expectativas proyectadas sobre ella. No ves al vecino; ves la desconfianza acumulada. Cada interacción se convierte en un repaso de viejos papeles. El amor verdadero queda sepultado bajo capas de desconfianza y sospecha.
Por qué es clave esta pregunta
Porque la relación es la escuela de la mente. Sin honestidad aquí, nada cambia. Tus peores conflictos no son con el ahora, sino con la historia.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Cuando sientas rechazo o atracción intensa, párate: ¿qué parte de mi pasado impido soltar?
- Practica ver a los demás como si no les conocieras.
- Si duele, deja que duela: reconocerlo es el primer paso hacia la libertad.
5. ¿Por qué Jesús utiliza ejemplos concretos como una taza, un lápiz o un cuerpo?
Respuesta
Porque la mente hace trampas. La espiritualidad mal entendida nos lleva a pensar que basta con ser teóricos, pero luego dejamos fuera lo cotidiano. Una taza parece irrelevante, pero su significado está cargado de pasado: hábitos, horarios, rituales. Si no puedes soltar el significado de la taza, ¿cómo soltarás el de una persona amada o temida? Todo importa porque todo es base del mismo sistema ilusorio.
Por qué es clave esta pregunta
Porque discriminar es el vicio preferido del ego. Esto es importante, esto no. Así perpetúa su dominio.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Haz el ejercicio también con lo aparentemente trivial.
- Si un objeto simple te genera resistencia, detente y observa: ¿qué defendía ahí?
- Da igual por qué objeto empieces, todos conducen a la mente.
6. ¿Cómo aplicar la lección en situaciones emocionales o conflictivas?
Respuesta
Permítete sentir la emoción sin taparla, y dite: “¿Estoy disgustada, disgustado, por esto presente o por otra cosa en mi pasado que se refleja aquí?” Así empiezas a desactivar el mecanismo. Esto no elimina la emoción de inmediato, pero detiene la reacción en cadena.
Por qué es clave esta pregunta
El conflicto emocional es el punto ciego por excelencia. Si no lo detienes aquí, todo lo demás queda en palabra hueca.
Cómo debe afectar a tu práctica
- La próxima vez que te enfades, date unos minutos antes de actuar. Repite la idea en voz baja.
- Si puedes, escribe lo que asocias del pasado y deja que surja lo inesperado.
- No te obligues a suprimir el sentir, pero sí a cuestionar su raíz.
7. ¿Qué implica esta lección acerca de nuestra percepción del tiempo?
Respuesta
Significa que vivimos prisioneros del pasado, incluso cuando creemos pensar en el futuro. Todo deseo, toda ansiedad, brota de la repetición de viejas lecciones no aprendidas.
Por qué es clave esta pregunta
No puedes abrirte al milagro mientras sigas defendiendo un tiempo lineal y rígido. Solo soltando la fe en el tiempo la experiencia puede ser distinta.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Cuando te sorprendas diciendo “siempre” o “nunca”, observa: ¿qué parte del tiempo mantengo intacta?
- Si surge ansiedad por el futuro, observa la raíz pasada.
8. ¿Puedo practicar la lección sin descuidar mis responsabilidades diarias?
Respuesta
La práctica no exige que ignores tu rutina. Puedes mirar la taza mientras la usas, la calle mientras caminas, la cara de quien amas, de quien temes… y preguntar, desde dentro: ¿hay algo aquí verdaderamente nuevo? Eso es práctica, ininterrumpida ahí donde estés.
Por qué es clave esta pregunta
El ego quiere decir: “Esto no es práctico.” Pero la práctica solo se vuelve real si incluye lo que aparentemente es monótono o prosaico.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Haz la práctica breve, dispersa a lo largo del día.
- No busques “el momento perfecto”. Hazlo mientras cocinas, trabajas, caminas.
- No te castigues si olvidas: cada instante cuenta.
9. ¿El odio y el juicio surgen siempre del pasado? ¿Cómo deshacerlos aquí?
Respuesta
Toda rabia, celos, juicio feroz, viene de una proyección del pasado. Recordar a alguien como “enemiga”, “enemigo”, es repetir una escena que la mente no quiere soltar.
Por qué es clave esta pregunta
Justificar el juicio con el pasado es el mayor obstáculo al perdón genuino, a la paz. Ver esto desarma la circularidad infinita del resentimiento.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Cuando sientas odio, escribe: “¿De qué historia me agarro aquí?”
- Si puedes, lleva la situación imaginariamente al presente, sin pasado.
- Aunque no puedas perdonar de inmediato, reconoce que solo ves el pasado.
10. ¿Cómo se practica la aplicación indiscriminada de la lección?
Respuesta
Indiscriminada quiere decir no dejar nada fuera, no elegir según lo que parece importante. Involucra todo: el lápiz, la mano, un grito, el sonido del tráfico, la risa de una amiga o amigo, la sombra en la pared.
Por qué es clave esta pregunta
Existen cosas, personas, emociones, que eliges no mirar porque parecen “diferentes”, especiales, inmunes. Es ahí donde el ego sigue vivo. Deja de hacer excepciones.
Cómo debe afectar a tu práctica
- Haz listas, si te ayuda, de cosas que normalmente ignoras.
- Mira a tu alrededor: ¿qué no te apetece incluir? Hazlo justamente con ese objeto o persona.
- Deja que el ejercicio se salga del guion cuando quieras.
Mirar sin pasado: el arte de soltar la costumbre y quedarte con nada… para poder verlo todo
Hay un vértigo delicioso—y aterrador—en esta lección. Si dejas caer, por un momento, la manía de definirlo todo, construyes espacio para que surja algo inesperado: la percepción fresca, limpia, en la que no tienes motivos para luchar. Incluso si solo te atreves unos segundos, ya has ganado.
No luches por hacerlo perfecto. Lucha, si es que hay que luchar, por la honestidad de tu práctica, por el coraje de mirar lo que no quieres mirar, y dejar que la resistencia sea parte del viaje.
Todos somos, en lo profundo, criaturas de recuerdo. Pero la mente puede elegir. Puede aprender a soltar. Puede perder miedo a vivir sin pasado. Puede amar de nuevo, amar sin historia, ver sin prejuicio, perdonar solo por un momento y descubrir que ahí, justo ahí, hay vida.
Prueba cada día. Insiste, fracasa, ríe, llora. Pero no te vayas antes de tiempo. Si llegaste hasta aquí, es porque en algún lugar hay hambre de verdad. Disfruta de la extrañeza. Agradece la confusión. Tu práctica es lo que deshace el mundo entero y lo renueva.
Deja que la siguiente lección te encuentre allí donde sueltes las armas. Porque aunque todavía veas el pasado, hoy puedes elegir no aferrarte más a él. Y en esa elección, todo puede empezar—si te atreves—de nuevo.
Test de autoindagación
INSTRUCCIONES
Este test está diseñado como una herramienta de autoindagación para acompañar la práctica de las lecciones. No se trata de aprobar ni reprobar, ni de demostrar conocimiento, sino de mirarte con honestidad y reconocer dónde te encuentras en tu proceso.
El test contiene 20 preguntas, cada una con tres posibles respuestas: A, B o C. Elige la opción que más se acerque a lo que realmente sientes o piensas, no la que creas que “deberías” responder. Aquí no hay respuestas correctas o incorrectas; lo importante es ser sincero contigo mismo.
Al final, podrás evaluar en qué punto estás y qué aspectos puedes seguir trabajando para avanzar en tu camino espiritual. Tómalo como una oportunidad para reflexionar y profundizar en tu práctica, no como un examen.
PREGUNTAS (Marca A, B o C en cada una)
