La naturaleza paradójica del Curso
Un Curso de Milagros (UCDM) es una obra espiritual única que presenta un sistema de pensamiento profundo y transformador. Sin embargo, uno de sus aspectos más intrigantes y paradójicos es su tendencia a “deconstruirse“ a sí mismo a medida que el estudiante avanza en su estudio y práctica.
Este fenómeno de “auto-deconstrucción“ es un elemento central en la pedagogía del Curso y refleja su naturaleza no-dualista y su objetivo último de trascender todos los conceptos, incluso los suyos propios.
UCDM, con un texto extenso, un libro de ejercicios y un manual para maestros. Ofrece una metafísica elaborada, una psicología profunda y un sistema de práctica espiritual. Sin embargo, al mismo tiempo, el Curso constantemente recuerda a sus estudiantes que todas las palabras, conceptos e ideas son en última instancia ilusorios y deben ser trascendidos.
Como se afirma en el texto:
“Las palabras son meros símbolos de símbolos. Por lo tanto, están doblemente alejadas de la realidad“ (T-1.I.2:3).
Esta declaración es un ejemplo perfecto de cómo el Curso comienza a socavar su propia base conceptual incluso desde sus primeras páginas.
El propósito de la auto-deconstrucción
El fenómeno de la auto-deconstrucción en UCDM sirve a varios propósitos importantes:
- Evitar el dogmatismo: Al cuestionar constantemente su propia autoridad, el Curso previene que los estudiantes se aferren dogmáticamente a sus enseñanzas.
- Fomentar la experiencia directa: El Curso enfatiza que su objetivo no es la comprensión intelectual, sino la experiencia directa de la verdad.
- Trascender la dualidad: La auto-deconstrucción refleja el objetivo último del Curso de trascender toda dualidad, incluida la distinción entre verdad y ilusión.
- Demostrar su propio mensaje: Al deconstruirse a sí mismo, el Curso demuestra en la práctica su enseñanza de que todo en este mundo es ilusorio y temporal.
Ejemplos de auto-deconstrucción en el Curso
1. Relativización de su propia importancia
UCDM constantemente recuerda a sus estudiantes que no es el único camino a la verdad. Como se afirma en el Manual para el Maestro:
“Este curso es una de las muchas miles de formas del plan de estudios universal. Todas ellas conducen a Dios en última instancia“ (M-1.4:1-2).
Esta declaración relativiza la importancia del Curso mismo, recordando a los estudiantes que no deben apegarse demasiado a su forma específica.
2. Cuestionamiento de su propia autoridad
El Curso frecuentemente cuestiona su propia autoridad como texto. Por ejemplo:
“Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden tomar conciencia de la presencia del amor, el cual es tu herencia natural“ (T-in.1:6-7).
Aquí, el Curso admite abiertamente sus limitaciones y enfatiza que su propósito es más bien eliminar obstáculos que impartir conocimiento positivo.
3. Reconocimiento de sus propias limitaciones
El Curso reconoce explícitamente las limitaciones del lenguaje y los conceptos que utiliza:
“Las palabras son símbolos que representan símbolos. Por lo tanto, se encuentran doblemente alejadas de la realidad“ (T-1.I.2:3).
Esta afirmación subraya la naturaleza provisional y limitada de las propias enseñanzas del Curso.
4. Énfasis en la experiencia sobre el conocimiento conceptual
UCDM constantemente recuerda a sus estudiantes que el objetivo no es la comprensión intelectual, sino la experiencia directa:
“Una teología universal es imposible, pero una experiencia universal no sólo es posible sino necesaria“ (C-in.2:5).
Esta declaración enfatiza que el verdadero aprendizaje va más allá de los conceptos y las palabras.
5. Invitación a ir más allá del Curso mismo
En última instancia, el Curso invita a sus estudiantes a trascenderlo:
“Este curso es un comienzo, no un final“ (W-ep.1:1).
Esta declaración sugiere que el Curso es solo un paso en el camino espiritual, no el destino final.
La paradoja de usar palabras para ir más allá de las palabras
Uno de los aspectos más fascinantes de la auto-deconstrucción en UCDM es cómo utiliza el lenguaje y los conceptos para señalar más allá de sí mismos. Esta es una paradoja central en muchas tradiciones espirituales, especialmente en las no-dualistas.
El Curso reconoce esta paradoja explícitamente:
“Usamos palabras y tratamos, por medio de ejemplos concretos, de mostrarte cómo se puede aplicar cada principio a las diferentes situaciones en las que pareces encontrarte. No obstante, no podrás hacer las aplicaciones concretas por ti mismo. Tu función es simplemente prepararte para ser capaz de aceptar la presencia de Aquel que ya las ha hecho por ti“ (T-14.XI.8:5-7).
Esta cita ilustra cómo el Curso utiliza palabras y conceptos como herramientas temporales, reconociendo al mismo tiempo sus limitaciones y señalando hacia una realidad que está más allá de ellos.
La auto-deconstrucción como práctica espiritual
La tendencia del Curso a deconstruirse a sí mismo no es solo un aspecto teórico, sino que se convierte en una práctica espiritual en sí misma. A medida que los estudiantes avanzan en el Curso, se les anima a aplicar el mismo proceso de cuestionamiento y deconstrucción a sus propias creencias y percepciones.
Este proceso se refleja en muchas de las lecciones del Libro de Ejercicios, como por ejemplo:
“No percibo mi propio interés“ (W-pI.24). “No entiendo nada“ (W-pI.25). “Por encima de todo quiero ver“ (W-pI.27).
Estas lecciones invitan al estudiante a cuestionar sus percepciones más fundamentales y a abrirse a una visión completamente nueva de la realidad.
La auto-deconstrucción y el perdón
El proceso de auto-deconstrucción está íntimamente ligado al concepto de perdón en UCDM. El perdón, según el Curso, implica reconocer la irrealidad de nuestras percepciones y juicios:
“El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho en realidad nunca ocurrió. No perdona pecados, otorgándoles así realidad. Simplemente ve que no hubo pecado“ (W-pII.1.1:1-3).
Este proceso de perdón, que implica deshacer nuestras percepciones erróneas, es paralelo al proceso de auto-deconstrucción del Curso mismo.
La auto-deconstrucción y la no-dualidad
El fenómeno de la auto-deconstrucción en UCDM está estrechamente relacionado con su enseñanza fundamental de la no-dualidad. El Curso enseña que la realidad última es una unidad perfecta, y que toda percepción de separación y dualidad es ilusoria.
Como se afirma en el texto:
“La Unicidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que no sea Él“ (T-25.I.7:1-3).
Al deconstruirse a sí mismo, el Curso demuestra en la práctica esta enseñanza de no-dualidad, señalando hacia una realidad que está más allá de todos los conceptos y distinciones.
La auto-deconstrucción y el ego
El proceso de auto-deconstrucción en UCDM también se relaciona con su enseñanza sobre el ego. El Curso define el ego como el pensamiento de separación, y enseña que todo el mundo de la percepción es una proyección del ego.
Al deconstruirse a sí mismo, el Curso demuestra cómo deshacer las construcciones del ego. Como se afirma en el texto:
“El ego literalmente vive de tiempo prestado“ (T-5.VI.1:5).
Esta declaración sugiere que todas las construcciones del ego, incluido el Curso mismo en su forma externa, son temporales y deben ser finalmente trascendidas.
La auto-deconstrucción y la iluminación
En última instancia, el fenómeno de la auto-deconstrucción en UCDM apunta hacia el estado de iluminación o despertar espiritual que el Curso llama el “mundo real“:
“El mundo real es un símbolo, como todo lo demás que la percepción ofrece. No obstante, es lo opuesto a lo que tú fabricaste. Ves tu mundo a través de los ojos del ego, pero el mundo real es lo que verías si le hubieses entregado tu entendimiento al Espíritu Santo“
(T-11.VII.3:8-10).
Este “mundo real“ está más allá de todos los símbolos y conceptos, incluso los del Curso mismo. La auto-deconstrucción del Curso es una invitación constante a ir más allá de las palabras y conceptos hacia esta experiencia directa de la realidad.
Conclusión
El fenómeno de la auto-deconstrucción en Un Curso de Milagros es un aspecto fascinante y profundo de su pedagogía espiritual. Refleja la naturaleza paradójica del Curso como un sistema de pensamiento que busca trascender todo pensamiento, un conjunto de conceptos que apunta más allá de todos los conceptos.
Este proceso de auto-deconstrucción sirve como un recordatorio constante de que el objetivo último del Curso no es la comprensión intelectual o la adhesión a un conjunto particular de creencias, sino una transformación radical de la percepción y la experiencia.
Al deconstruirse a sí mismo, el Curso demuestra en la práctica sus propias enseñanzas sobre la naturaleza ilusoria de todas las percepciones y conceptos, la importancia del perdón como un proceso de deshacer, y la realidad última de la no-dualidad.
Para los estudiantes del Curso, el fenómeno de la auto-deconstrucción ofrece una invitación constante a ir más allá de las palabras y los conceptos, a cuestionar todas las percepciones y creencias, y a abrirse a una experiencia directa de la verdad que está más allá de toda conceptualización.
En última instancia, la auto-deconstrucción en UCDM es un recordatorio de que el Curso, como todas las enseñanzas espirituales, es solo un medio para un fin. Como el Curso mismo afirma:
“Este curso es un comienzo, no un final“ (W-ep.1:1).
Es una invitación a un viaje de autodescubrimiento y transformación que va mucho más allá de las páginas de cualquier libro.