La afirmación de autenticidad divina en Un Curso de Milagros
Un Curso de Milagros (UCDM) presenta una fascinante paradoja que podríamos denominar “autenticidad ilusoria“. Esta paradoja surge de la tensión entre dos afirmaciones aparentemente contradictorias: por un lado, el Curso se presenta como un mensaje directo de Jesús, reclamando así una autenticidad divina; por otro lado, enseña que todo el mundo físico, incluido el libro mismo, es una ilusión.
Esta tensión intrigante entre la afirmación de autenticidad divina y la enseñanza de que nada en este mundo es realmente real merece un análisis profundo.
UCDM se presenta como un mensaje canalizado directamente de Jesús a través de Helen Schucman. El Curso utiliza la primera persona singular a lo largo de sus páginas, dando la impresión de que Jesús mismo está hablando directamente al lector. Por ejemplo, en la introducción del Texto, leemos:
“Este es un curso de milagros. Es un curso obligatorio. Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario. Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.“ (T-in.1:1-4)
Esta voz autoritativa y directa sugiere una fuente divina y trascendente, otorgando al Curso una autenticidad que va más allá de las obras espirituales comunes.
La enseñanza de la ilusoriedad del mundo
Sin embargo, una de las enseñanzas centrales de UCDM es que todo el mundo físico, incluido el cuerpo y todas las formas materiales, es una ilusión creada por la mente separada. El Curso afirma:
“Este mundo de separación es un mundo de cuerpos, que se convierten literalmente en las encarnaciones del ego, simbolizando el pecado de separación o ataque a Dios por el cual nos sentimos culpables. Es por esta razón que el Curso afirma que ‘el mundo fue hecho como un ataque a Dios’ (T-26.VII.4:7)
El mundo físico que percibimos carece de realidad sustancial, al igual que la creencia errónea en la separación de la que surge. Ambos son considerados como ilusiones sin fundamento real.
Esta enseñanza implica que el libro físico de UCDM, así como las palabras impresas en él, son también parte de la ilusión. Esto crea una paradoja fascinante: ¿cómo puede un mensaje divino y auténtico manifestarse a través de un medio que es en sí mismo ilusorio?
La paradoja de la autenticidad ilusoria
La tensión entre estas dos afirmaciones – la autenticidad divina del mensaje y la ilusoriedad de su medio – crea lo que podríamos llamar la paradoja de la “autenticidad ilusoria“. Esta paradoja plantea varias preguntas intrigantes:
- ¿Cómo puede un mensaje verdadero y auténtico transmitirse a través de un medio ilusorio?
- Si el mundo físico es una ilusión, ¿no sería el Curso mismo parte de esa ilusión?
- ¿Cómo podemos confiar en la autenticidad de un mensaje que afirma que su propio medio de transmisión es ilusorio?
Para abordar estas preguntas, es necesario profundizar en la metafísica de UCDM y su comprensión de la naturaleza de la realidad y la ilusión.
La metafísica de UCDM: niveles de realidad
UCDM presenta una metafísica no dualista que distingue entre diferentes niveles de realidad:
- El nivel de la realidad absoluta: Este es el nivel de Dios y el Cielo, donde solo existe la unidad perfecta y el amor.
- El nivel de la mente separada: Este es el nivel donde surge la ilusión de separación y donde se origina el mundo físico.
- El nivel del mundo físico: Este es el nivel de la ilusión manifestada, donde experimentamos el tiempo, el espacio y la forma.
Kenneth Wapnick, uno de los principales intérpretes de UCDM, explica:
“UCDM contrasta la realidad espiritual del Cielo con el mundo ilusorio y fenoménico del ego. Esto sugiere que el Curso mismo es parte de la ilusión, pero una ilusión diseñada para despertar a los estudiantes de la ilusión más grande.“ (El Tiempo una gran ilusión, p. 29).
Esta comprensión de niveles de realidad nos permite abordar la paradoja de la autenticidad ilusoria de una manera más matizada.
El Curso como un “sueño lúcido“
Una forma útil de entender la paradoja de la autenticidad ilusoria es considerar UCDM como una especie de “sueño lúcido“ dentro del sueño más grande de la separación. En un sueño lúcido, el soñador se da cuenta de que está soñando mientras aún está dentro del sueño. De manera similar, UCDM es una manifestación dentro de la ilusión del mundo que nos ayuda a darnos cuenta de la naturaleza ilusoria de ese mundo.
El Curso mismo reconoce esta naturaleza paradójica:
“Este curso es como un sueño en el que aparecen figuras simbólicas que te están hablando de amor y temor. No puedes hacer que un sueño sea eterno porque es parte de tu mente. Pero puedes imaginarlo eternamente, si así lo eliges.“ (T-18.II.5:1-3)
Esta analogía del sueño lúcido nos ayuda a entender cómo UCDM puede ser a la vez parte de la ilusión y un medio para despertar de ella.
La función pedagógica de la ilusión
UCDM utiliza la ilusión del mundo como un dispositivo pedagógico para enseñar la verdad que está más allá de la ilusión. El Curso reconoce que, mientras creamos en la realidad del mundo físico, necesitamos un medio dentro de ese mundo para comunicar la verdad. Como explica el texto:
“El Espíritu Santo utiliza el tiempo para enseñarte a intercambiar tu percepción por la verdad. Esto es lo único para lo que se puede utilizar el tiempo, y ése es el uso que el Espíritu Santo le da.“ (T-15.I.9:5-6)
En este sentido, la ilusión del mundo y del Curso mismo se convierte en un medio para trascender la ilusión. Es como usar una espina para sacar otra espina: una vez que la ilusión ha cumplido su propósito, ambas espinas pueden ser descartadas.
La autenticidad más allá de la forma
La paradoja de la autenticidad ilusoria nos invita a buscar la autenticidad más allá de la forma física. UCDM sugiere que la verdadera autenticidad no reside en la manifestación externa, sino en el contenido interno del mensaje. Como explica el Manual para el Maestro:
“La forma que adopta la enseñanza universal no es importante en absoluto. Su contenido, en cambio, es. El mundo no necesita otro sistema más de creencias. Su necesidad y la tuya es la experiencia.“ (M-1.4:4-7)
Esto implica que la autenticidad del Curso no depende de su forma física o de su afirmación de ser un mensaje directo de Jesús, sino de la verdad que transmite y de la experiencia transformadora que facilita.
La naturaleza simbólica de Jesús en UCDM
La comprensión de la naturaleza simbólica de Jesús en UCDM es crucial para resolver la paradoja de la autenticidad ilusoria. El Curso presenta a Jesús no como una figura histórica o una entidad separada, sino como un símbolo de la mente sanada y un modelo de la elección correcta:
“Jesús es el nombre que damos a uno de los fragmentos aparentemente separados de la Filiación que recordó completamente —el que dijo que el ego miente y que el Espíritu Santo dice la verdad. No importa cuándo lo hizo, porque el tiempo lineal es una ilusión. Lo que importa es que hablamos de Jesús como un símbolo de lo que todos queremos llegar a ser.“ (M-23.3:1-5)
Esta perspectiva nos permite entender que la “voz“ de Jesús en el Curso no es la de una entidad externa y separada, sino un símbolo de nuestra propia mente sanada hablándonos a nosotros mismos.
La autenticidad como experiencia interna
UCDM sugiere que la verdadera autenticidad no se encuentra en la forma externa o en la autoridad percibida, sino en la experiencia interna de transformación y despertar. El Curso enfatiza:
“Es posible leer sus palabras y beneficiarse de ellas sin aceptarlo en nuestra vida.“ (M-23.6:6)
Esto implica que la autenticidad del Curso no depende de la aceptación de Jesús como una figura externa o de la creencia en su origen divino, sino de la aplicación práctica de sus enseñanzas y la experiencia resultante de paz y amor.
La paradoja como herramienta de despertar
La paradoja de la autenticidad ilusoria en UCDM puede ser vista como una herramienta deliberada para despertar a los estudiantes de su sueño de separación. Al presentar un mensaje que afirma ser auténtico y divino, pero que al mismo tiempo enseña la ilusoriedad de su propio medio, el Curso desafía nuestras percepciones habituales y nos invita a buscar una comprensión más profunda.
Esta paradoja sirve como un koan zen, una pregunta paradójica que no puede ser resuelta por el intelecto y que está diseñada para llevar al estudiante más allá del pensamiento dualista. Al contemplar esta paradoja, los estudiantes de UCDM son invitados a trascender las categorías habituales de “real“ e “ilusorio“, “auténtico“ e “inauténtico“, y a buscar una comprensión que va más allá de estas distinciones.
La coherencia en la paradoja
A pesar de su aparente contradicción, la paradoja de la autenticidad ilusoria en UCDM es coherente con su enseñanza general. El Curso constantemente nos desafía a ver más allá de las apariencias y a reconocer la ilusoriedad del mundo que percibimos. Al mismo tiempo, nos ofrece un camino práctico para despertar de esta ilusión.
Esta coherencia se refleja en la estructura misma del Curso, que consta de un Texto teórico, un Libro de Ejercicios práctico y un Manual para el Maestro. Esta estructura refleja la idea de que la verdad debe ser tanto comprendida intelectualmente como experimentada directamente.
Implicaciones prácticas
La paradoja de la autenticidad ilusoria tiene implicaciones prácticas importantes para los estudiantes de UCDM:
- Evitar el dogmatismo: Reconocer la naturaleza paradójica del Curso nos ayuda a evitar el dogmatismo y la rigidez en nuestra comprensión y práctica.
- Enfocarse en la experiencia: En lugar de preocuparnos por la autenticidad externa del Curso, somos invitados a enfocarnos en la experiencia interna de transformación que facilita.
- Trascender la forma: La paradoja nos invita a buscar el significado más allá de la forma, reconociendo que la verdad que el Curso señala está más allá de las palabras y conceptos que utiliza.
- Practicar el discernimiento: Somos desafiados a desarrollar un discernimiento más profundo, distinguiendo entre el contenido esencial del Curso y su forma temporal.
- Cultivar la humildad: La paradoja nos recuerda que nuestra comprensión es siempre limitada y nos invita a mantener una actitud de humildad y apertura.
Conclusión
La paradoja de la autenticidad ilusoria en Un Curso de Milagros es un aspecto fascinante y profundo de su enseñanza. Lejos de ser una contradicción que socava su credibilidad, esta paradoja sirve como una poderosa herramienta pedagógica que refleja y refuerza las enseñanzas centrales del Curso.
Al afirmar ser un mensaje auténtico y divino mientras enseña la ilusoriedad de su propio medio, UCDM nos desafía a buscar una comprensión más profunda de la realidad y la ilusión, la autenticidad y la forma. Nos invita a trascender nuestras percepciones habituales y a despertar a una verdad que está más allá de todas las formas y conceptos.
En última instancia, la paradoja de la autenticidad ilusoria nos recuerda que el verdadero propósito de UCDM no es establecerse como una autoridad externa, sino guiarnos hacia una experiencia interna de despertar y transformación. Nos invita a usar el Curso como un medio para trascender todas las ilusiones, incluida la ilusión del Curso mismo, y a despertar a la realidad del amor y la unidad que es nuestra verdadera naturaleza.
Como el Curso mismo afirma:
“Este curso no aspira a enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Aspira, no obstante, a despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.“ (T-in.1:6-7)
En este sentido, la paradoja de la autenticidad ilusoria no es un problema a resolver, sino una invitación a despertar.