El Origen del Disgusto: Explorando la Lección del día 12 de Un Curso de Milagros
La duodécima lección del Libro de Ejercicios de Un Curso de Milagros te invita a profundizar en la naturaleza de tus disgustos y su relación con tu percepción del mundo. La idea central es: “Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.“
Esta lección te desafía a reconocer que tus disgustos no provienen del mundo exterior, sino de tu propia mente. El Curso te recuerda:
“Nunca estás disgustado por la razón que crees.“ (L-pI.5.1:1)
Estás acostumbrado a pensar que tus disgustos son causados por eventos o personas externas. Sin embargo, el Curso te invita a cuestionar esta suposición y reconocer que el origen de tu disgusto está en tu propia mente.
Imagina que tu mente es como un proyector de cine y el mundo que ves es la pantalla. Tus pensamientos sin significado son como películas confusas que proyectas en la pantalla del mundo, resultando en un mundo que parece igualmente confuso y sin sentido. Como se explica en el texto:
“La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera.“ (T-4.IV.1:2-3)
El Curso sugiere que tus disgustos son en realidad una proyección de tu propia falta de paz interior. No es el mundo el que carece de significado, sino tus pensamientos sobre él. Como resultado, a menudo proyectas tu propio descontento en el mundo que te rodea. Como se explica en el texto:
“Tus pensamientos determinan el mundo que ves. Es tu mente la que interpreta todo lo que contemplas.“ (W-pI.11.1:2-3)
Esta lección no busca que niegues tus sentimientos de disgusto, sino que reconozcas su verdadero origen en tu mente. Al hacerlo, abres la puerta a la posibilidad de elegir pensamientos diferentes y más pacíficos. Como te recuerda el Curso:
“La paz de Dios está brillando en ti ahora, y desde tu corazón se extiende por todo el mundo.“ (W-pI.188.1:1)
Al practicar esta lección, se te invita a observar tus disgustos y reconocer que provienen de tus propios pensamientos sin significado. Este es un paso importante para liberarte de las percepciones limitantes y abrirte a una nueva forma de ver el mundo, más alineada con la paz y el amor que el Curso te enseña.
Esta práctica puede resultar desafiante al principio. Después de todo, estás cuestionando la validez de tus propias emociones y percepciones. Pero a medida que persistas, puedes empezar a experimentar una sensación de libertad y poder. Al reconocer que eres tú quien da significado a tus experiencias, te das cuenta de que también tienes el poder de elegir pensamientos más pacíficos y amorosos.
La Lección 12 te invita no solo a cuestionar tus disgustos, sino también a examinar el origen de tus percepciones en tu propia mente. Es un paso importante en el viaje que te lleva de la percepción al conocimiento, de la ilusión a la verdad.
En última instancia, el objetivo de esta lección es ayudarte a reconocer que tus disgustos son una proyección de tus pensamientos sin significado. Al tomar conciencia de esto, te abres a la posibilidad de elegir pensamientos más significativos y amorosos, acercándote así a la comprensión de tu verdadera naturaleza y de la realidad última que el Curso llama Dios.
Así que hoy, mientras vas por tu día, observa tus disgustos y recuérdate: “Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado“. Podrías empezar a vislumbrar que detrás de este mundo aparentemente sin sentido, existe una realidad más profunda y significativa, esperando ser reconocida.
Idea principal de la lección
La duodécima lección del Libro de Ejercicios de Un Curso de Milagros te invita a profundizar en la naturaleza de tus disgustos y su relación con tu percepción del mundo. La idea central es: “Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.“
Puntos clave
- Tus disgustos no provienen del mundo exterior, sino de tu propia mente.
- El Curso te recuerda: “Nunca estás disgustado por la razón que crees.“ (L-pI.5.1:1)
- Tus pensamientos sin significado son como películas confusas que proyectas en la pantalla del mundo.
- “La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera.“ (T-4.IV.1:2-3)
- Tus disgustos son una proyección de tu propia falta de paz interior.
Aplicación práctica
Esta lección te desafía a reconocer que el origen de tu disgusto está en tu propia mente. Al practicar esta lección, observa tus disgustos y reconoce que provienen de tus propios pensamientos sin significado. Este es un paso importante para liberarte de las percepciones limitantes y abrirte a una nueva forma de ver el mundo, más alineada con la paz y el amor que el Curso te enseña.
Ejercicio de reflexión
Durante el día, cada vez que te sientas disgustado, detente y recuérdate: “Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado“. Luego, pregúntate:
- ¿Qué pensamientos sin significado estoy proyectando en esta situación?
- ¿Cómo puedo elegir ver esto de manera diferente?
- ¿Qué me enseñaría el Espíritu Santo sobre esta situación si se lo pidiera?
Anota tus reflexiones en un diario para revisarlas más tarde.
El poder de la elección
Esta práctica puede resultar desafiante al principio. Después de todo, estás cuestionando la validez de tus propias emociones y percepciones. Pero a medida que persistas, puedes empezar a experimentar una sensación de libertad y poder. Al reconocer que eres tú quien da significado a tus experiencias, te das cuenta de que también tienes el poder de elegir pensamientos más pacíficos y amorosos.
Como nos recuerda el Curso: “La paz de Dios está brillando en ti ahora, y desde tu corazón se extiende por todo el mundo.“ (W-pI.188.1:1) Al elegir ver el mundo a través de los ojos del perdón y el amor, comienzas a experimentar la paz que siempre ha estado dentro de ti.
