Lección 8: “Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado“

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Consultas de Un Curso de Milagros

La Mente Más Allá del Tiempo: Explorando la Lección día 8 de Un Curso de Milagros

La lección 8 del Libro de Ejercicios de Un Curso de Milagros nos enfrenta a una verdad fundamental: tu mente está absorbida por pensamientos del pasado. Esta es la razón por la que solo ves el pasado y no puedes captar el presente.

Piénsalo por un momento. Cuando miras a tu alrededor, ¿realmente estás viendo lo que hay frente a ti en este momento? O más bien, ¿estás proyectando tus recuerdos y experiencias pasadas sobre lo que percibes? Tu mente no está realmente pensando en nada real, sino que está atrapada en ilusiones y fantasías del pasado.

Esta es una idea realmente desafiante, ¿verdad? Estamos tan acostumbrados a creer que nuestra mente está llena de pensamientos y que vemos el mundo tal como es. Pero la verdad es que la mayor parte del tiempo simplemente estamos en blanco, sin tener conciencia real de lo que nos rodea.

Jesús te está pidiendo que hagas un esfuerzo consciente por observar tu mente y darte cuenta de cuándo no estás realmente pensando en nada. Cuando cierres los ojos y examines tus pensamientos, nota cómo se centran en el pasado: en personas, objetos, emociones. Reconoce que al hacer esto, tu mente no está captando el presente, sino que está atrapada en ilusiones.

Este ejercicio puede ser un poco incómodo al principio, pues nos confronta con cuán poco presentes estamos realmente. Pero es un paso crucial para comenzar a liberar tu mente del dominio del pasado. A medida que practiques, irás desarrollando un mayor desapego y conciencia de tus patrones mentales.

Recuerda que el propósito de este ejercicio no es juzgarte o criticarte, sino simplemente observar con compasión cómo funciona tu mente. No te enfoques en cambiar o controlar tus pensamientos, sino en reconocer cuándo tu mente está en blanco, sin pensar en nada real.

Este es el primer paso para allanar el camino hacia una visión más clara y presente de la realidad. A medida que sueltes el pasado, tu mente se abrirá cada vez más a captar el momento presente, que es el único tiempo que existe. Y en ese espacio de presencia, podrás comenzar a experimentar la verdad que Jesús quiere enseñarte.

Así que te invitamos a que te entregues a esta práctica con paciencia y determinación. Deja que Jesús te guíe hacia una mente más libre y despierta, capaz de ver el mundo con ojos nuevos, sin las distorsiones del pasado.

Profundiza en la Lección del día 8 de UCDM

Puntos clave de la lección 8

  1. Comprende que tu mente está absorbida por pensamientos del pasado, lo que te impide ver el presente.
  2. Entiende que cuando miras a tu alrededor, no estás viendo realmente lo que hay frente a ti, sino que estás proyectando tus recuerdos y experiencias pasadas.
  3. Reconoce que tu mente no está realmente pensando en nada real, sino que está atrapada en ilusiones y fantasías del pasado.
  4. Date cuenta de que la mayor parte del tiempo simplemente estás en blanco, sin tener conciencia real de lo que te rodea.
  5. Comprende que el propósito de los ejercicios de la lección 8 es entrenarte a reconocer cuándo no estás realmente pensando en nada.

Aplicación práctica en tu vida diaria

Cuando veas un árbol en el parque en el que hayas disfrutado de momentos en tu vida (puede ser otra situación), en lugar de solo notar su altura o sus hojas, observa cómo tu mente trae a la superficie recuerdos de momentos pasados bajo su sombra o del sonido del viento entre sus ramas. Dite a ti mismo: “Solo estoy viendo el pasado en este árbol, no la realidad presente”.

Al encontrarte con un amigo, nota cómo tu mente proyecta tus experiencias compartidas y tus opiniones pasadas sobre él, en lugar de apreciarlo tal como es en este momento. Repite mentalmente: “Solo veo el pasado en esta persona, no quien es ahora”.

Cuando observes un paisaje, como una montaña o un río, tómate un momento para notar cómo tus recuerdos de visitas anteriores o fotos pasadas influyen en lo que ves. Repite la afirmación: “Solo veo el pasado en este paisaje. No estoy viendo la realidad presente”.

Esto te ayudará a darte cuenta de cuán a menudo dejas que tus experiencias pasadas guíen tu percepción de lo que te rodea.

Ejercicio de reflexión y práctica

Tómate un momento para mirar a tu alrededor. Elige un objeto en tu entorno, como una planta, una ventana o una obra de arte. En lugar de solo observarlo, invita a tu curiosidad. Pregúntate: “¿Qué detalles me son familiares y cuáles son nuevos para mí?”.

Mientras miras el objeto, haz un esfuerzo consciente por soltar cualquier etiqueta o significado que tu mente le haya asignado en el pasado. En lugar de dejarte llevar por recuerdos o interpretaciones, di para ti mismo: “Hoy elijo ver esto sin juicios ni expectativas”.

Permite que tu atención se enfoque en las texturas, colores y formas del objeto. Siente cómo tu mente se calma a medida que te anclas en la experiencia de observar, sintiendo cada detalle con una frescura renovada. Imagina que lo estás viendo por primera vez, y nota cualquier sensación de sorpresa o apreciación que surja en ti.

Después de unos minutos de observación, cierra los ojos nuevamente y toma un par de respiraciones profundas. Reflexiona sobre cómo este ejercicio ha cambiado tu percepción. ¿Has sentido alguna liberación? ¿Cómo ha afectado tu estado emocional?

Meditación guiada de la lección 8 del Libro de Ejercicios UCDM

Cierra suavemente los ojos y comienza a centrarte en tu respiración. Comienza a respirar profundamente. Inhala lentamente por la nariz, sintiendo cómo el aire llena tus pulmones y se expande en tu abdomen. Mantén la respiración por un momento… y luego exhala suavemente por la boca, liberando cualquier tensión acumulada. Hazlo dos veces más: inhala… siente la calma… y exhala, dejando ir lo que ya no necesitas.

Ahora, lleva tu atención a tu cuerpo. Siente cómo cada parte de ti se relaja, desde la cabeza hasta los pies. Imagina que con cada exhalación, te sientes más ligero, más presente. Permite que tu mente se calme mientras te anclas en este momento.

Visualiza un espacio seguro y tranquilo. Imagina que te encuentras en un lugar donde te sientes completamente en paz. Este puede ser un jardín, una playa o cualquier entorno que te haga sentir en calma. Permite que esta imagen te envuelva y te haga sentir a gusto.

A medida que te sumerjas en este espacio, pregúntate: “¿Realmente estoy viendo el momento presente?” Observa cómo tu mente tiende a llenarse de recuerdos y proyecciones del pasado. Sé consciente de cómo estas sombras del pasado distorsionan tu percepción actual.

Ahora, elige un objeto en tu mente, como un árbol, un paisaje o una persona. Visualiza este objeto con claridad. Nota cómo, al hacerlo, surgen recuerdos y emociones asociadas. Di para ti mismo: “Hoy, elijo ver esto sin juicios ni expectativas.” Permítete sentir la liberación que llega al soltar las etiquetas que has puesto.

Profundiza en la observación. Imagina que miras el objeto como si fuera la primera vez que lo ves. Observa cada detalle: los colores, las texturas, la forma. Siente cómo tu mente se calma y se abre a nuevas experiencias. Permite que la sorpresa y la apreciación fluyan en ti.

Después de unos minutos, cierra los ojos nuevamente. Toma un par de respiraciones profundas y reflexiona sobre cómo esta práctica ha cambiado tu percepción. Pregúntate: “¿He sentido una liberación? ¿Cómo se siente estar más presente?”

A medida que vuelves a este momento, recuerda que puedes acceder a esta claridad en cualquier momento del día. Repite para ti mismo: “Hoy elijo ver el mundo con ojos nuevos, libres de las cadenas del pasado.”

Concluye esta meditación llevando contigo la paz y la claridad que has cultivado. Cuando estés listo, abre lentamente los ojos, sintiendo la energía renovada dentro de ti.

Utiliza esta afirmación a lo largo de tu día: “Soy un observador presente, eligiendo experimentar cada momento sin las limitaciones del pasado.”

CONCLUSIÓN: Liberando la mente de sus limitaciones

La lección “Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado” te invita a liberarte de las limitaciones impuestas por tus recuerdos. Al practicar la observación consciente y reconocer tu tendencia a aferrarte a lo familiar, comenzarás a experimentar el mundo con una nueva perspectiva, despojado de las distorsiones que te han mantenido atrapado.

Este proceso es fundamental para comprender verdaderamente tu entorno y abrirte a la paz y la claridad que surgen al soltar el pasado. Avanza con confianza en este viaje de transformación, ya que cada paso te acerca más a la esencia de tu verdadera naturaleza.

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