¿Por qué todo parece tan importante?

¿

¿Y si lo que más valoras… no tuviera ningún significado real?

Marta todavía recuerda aquel momento como un golpe de realidad. Había perdido su móvil, y tras horas de buscarlo se entregó al pánico. “No puedo vivir sin él”, pensó, como si aquel objeto fuese la clave de su existencia.

Pero esa noche, mientras estaba sentada en su cama, sin móvil, sin distracciones, ocurrió algo inesperado. Por primera vez en semanas, Marta se sintió en paz. Y entonces se dio cuenta de algo que cambiaría su perspectiva para siempre: ese móvil no definía quién era.

¿Te ha pasado algo parecido? No tiene que ser un móvil; puede ser esa camiseta, ese coche o incluso esa relación. Vivimos dando significados exagerados a las cosas que nos rodean, creyendo que alguna es más importante que otra. Pero, ¿qué pasaría si descubrieras que, al final, nada de esto tiene sentido real?

Esto no es un error de percepción. Es una ilusión creada por nuestras creencias. Y sí, tiene solución.

¿Por qué creemos que unas cosas valen más que otras?

El mundo nos enseña desde pequeños que lo visible y físico tiene valor. Ese coche último modelo, la casa con piscina, el reconocimiento en el trabajo… Se nos ha condicionado a creer que hay una especie de jerarquía invisible que define qué es “valioso” y qué no. Y detrás de todo esto está una idea aún más profunda: el ego.

Según Un Curso de Milagros, el ego construye una jerarquía de ilusiones para mantenernos atrapados en la percepción de separación. En lugar de ver todas las cosas como iguales, nos convence de que debemos valorar unas más que otras. Es por eso que a veces sentimos que nuestro móvil, nuestra pareja o nuestra carrera tienen un significado inmenso, mientras que otros objetos o personas pasan casi desapercibidos.

Piensa: ¿de verdad crees que un móvil tiene más valor que la silla donde estás sentado/a ahora? Pues para el ego, sí. Todo se mide en su escala de importancia.

La lección que parece imposible: “Nada tiene significado”

Un Curso de Milagros nos propone una idea que, quizá a primera vista, se siente incómoda: “Nada de lo que veo tiene significado.” ¿Cómo que nada? ¿Cómo puedes mirar a tu hijo y pensar que no tiene más importancia que una lámpara?

Toma aire. No estamos diciendo que dejes de amar a lo que te rodea. Lo que Jesús nos invita a hacer es soltar la necesidad de las jerarquías. Porque esas jerarquías no están en las cosas; están en nuestra mente.

Para entenderlo, imagina un sueño. En él, ves casas, objetos, personas. Todos parecen vivir dentro de una narrativa donde unas cosas son “más importantes” que otras. Pero cuando despiertas, te das cuenta de que todo lo que viste en el sueño carecía de un significado real. Era simplemente parte de un sistema de percepción. Esto mismo ocurre en nuestra experiencia diaria; estamos inmersos en un “sueño” donde damos significados que no existen.

¿Cómo soltamos estas jerarquías?

Aceptar que todo carece de significado no sucede de la noche a la mañana. Es un proceso, un entrenamiento para cambiar cómo vemos el mundo. Pero se puede hacer, y aquí tienes unos pasos para empezar:

Desafía tus creencias

Elige algo cotidiano, como la taza de café donde tomaste tu desayuno esta mañana. Ahora piensa: “¿Qué la hace más importante que cualquier otra taza del mundo?” Si te cuesta, revisa las emociones que te conectan con ella: apego, recuerdos, comodidad. Esas emociones son solo proyecciones, no realidades objetivas.

Hazlo sencillo

Jesús nos pide practicar la frase: “Nada de lo que veo tiene significado”. Mira a tu alrededor y repítelo: sobre tu sofá, sobre tus llaves, incluso sobre ti misma/o. Por extraño que parezca, este ejercicio suaviza la resistencia interior y abre una nueva forma de ver el mundo.

Invita al Espíritu Santo

Para trascender el sistema del ego, necesitas ayuda. Pide al Espíritu Santo que te dé Su visión. La visión que no juzga, que no crea importancia artificial, sino que ve todo dentro de una sola realidad.

Sé paciente contigo mismo/a

Esto es clave. Al principio, puede que te frustres, que pienses: “Ni de broma mi hija es igual que una silla”. Pero no te castigues. Este ejercicio no busca apagar tu amor, sino desmontar las ilusiones que condicionan tu percepción.

La nueva forma de mirar el mundo

A medida que practiques, empezarás a notar algo curioso. Verás paz donde antes había conflicto. En lugar de aferrarte al miedo de perder algo, será más fácil soltarlo. Las peleas con tu pareja ya no parecerán tan urgentes. Las facturas que te angustian se sentirán menos abrumadoras. Porque entenderás que todo, absolutamente todo, forma parte del mismo sueño.

“Cuando hayas aprendido cómo mirar, verás siempre. La visión es el don del Espíritu Santo.”

¿Qué significa esto? Que lo que realmente estás buscando no es posición, ni cosas materiales, ni siquiera seguridad. Lo que buscas es recordar que eres libre. Libre de significados artificiales, libre de las cadenas del ego.

Un ejercicio que cambiará tu forma de pensar

Por el día de hoy, intenta lo siguiente:

A tu alrededor, elige tres objetos y tres personas, y di mentalmente:
“Esto/Esta carece de significado. Es igual a todo lo demás.”

Luego observa qué sientes. No intentes forzar nada. Solo déjate experimentar. Y si surge algún juicio o resistencia, apúntalo en un diario y reflexiona sobre por qué estás tan unido a esa idea de jerarquía.

Con el tiempo, este ejercicio modificará tu percepción de lo que realmente importa. Porque el secreto no está en cambiar el mundo; está en cambiar cómo lo ves.

Preguntas que podrían transformarte

  • ¿Qué vale más para ti ahora mismo: tu móvil o la silla en la que estás sentado/a?
  • ¿Cómo te sentirías si de repente esa jerarquía desapareciera?
  • ¿Qué podrías soltar hoy para sentir más paz?

Recuerda quién eres

El mensaje de Jesús no está diseñado para decirte que ames menos. Está aquí para ayudarte a soltar las cadenas del miedo, el apego y la ilusión. Cada vez que practicas ver el mundo sin jerarquías, te acercas más a tu verdadera naturaleza: paz, amor, unidad.

No tienes que ser perfecta/o en el proceso. Lo importante es empezar. Porque, poco a poco, descubrirás una verdad inesperada: cuando dejas de aferrarte al significado, todo lo que realmente importa comienza a brillar en tu vida.

Consultas de Un Curso de Milagros

Recursos y enseñanzas que ayudan a profundizar en Un Curso de Milagros. Acompañamos a los estudiantes del curso en su viaje de despertar espiritual

Redes sociales