Introducción a Dios o el ego
El Capítulo 11 de Un Curso de Milagros, titulado “Dios o el ego“, explora la elección fundamental que todos enfrentamos entre seguir el sistema de pensamiento del ego basado en la separación, o el sistema de pensamiento de Dios basado en la unidad.
Este capítulo profundiza en cómo nuestras percepciones y experiencias están determinadas por esta elección, y cómo podemos aprender a elegir a Dios en lugar del ego.
Resumen del capítulo
“Dios o el ego“ examina la naturaleza ilusoria del ego y sus percepciones distorsionadas, contrastándolas con la realidad de Dios y la verdadera percepción. El capítulo explica cómo el ego mantiene la ilusión de separación a través del juicio y la proyección, y cómo podemos deshacer estas ilusiones a través del perdón y la aceptación de la Expiación.
Se nos enseña que la elección entre Dios y el ego es una decisión que tomamos en cada momento, y que elegir a Dios nos lleva a experimentar paz, amor y unidad.
Principios fundamentales de Dios o el ego
- La elección entre Dios y el ego determina nuestra percepción y experiencia.
- El ego mantiene la ilusión de separación a través del juicio y la proyección.
- El perdón es la herramienta para deshacer las ilusiones del ego.
- La Expiación es la corrección del error de la separación.
- Elegir a Dios nos lleva a experimentar paz, amor y unidad.
Conceptos Clave del Capítulo
La elección fundamental: El Curso enseña que en cada momento estamos eligiendo entre el sistema de pensamiento de Dios o el del ego.
La naturaleza ilusoria del ego: Se explora cómo el ego crea y mantiene la ilusión de separación y conflicto.
El poder del perdón: El capítulo enfatiza el perdón como la herramienta principal para deshacer las ilusiones del ego.
La Expiación: Se presenta la Expiación como la corrección del error fundamental de creer en la separación.
La verdadera percepción: El capítulo contrasta la percepción distorsionada del ego con la verdadera percepción que viene de elegir a Dios.
Explorando Dios o el ego
La elección fundamental
El Curso nos enseña que en cada momento estamos eligiendo entre dos sistemas de pensamiento: el de Dios, basado en la unidad y el amor, o el del ego, basado en la separación y el miedo. Esta elección determina nuestra percepción y experiencia del mundo.
“O Dios está loco o bien lo está el ego. Si examinas imparcialmente las pruebas que ambas partes presentan, te darás cuenta de que esto tiene que ser verdad.“ (T-11.VIII.3:1-2)
Esta cita nos recuerda que no hay término medio entre estos dos sistemas de pensamiento. Al reconocer esto, podemos empezar a ser más conscientes de nuestras elecciones y sus consecuencias.
La naturaleza ilusoria del ego
Un tema central en este capítulo es la exploración de cómo el ego crea y mantiene la ilusión de separación y conflicto. El Curso nos enseña que el mundo que vemos es una proyección de nuestros pensamientos, y que el ego utiliza el juicio y la proyección para mantener esta ilusión.
“El ego es la parte de la mente que cree en la división. ¿Cómo iba a poder una parte de Dios separarse de Él sin creer que lo está atacando?“ (T-11.II.1:1-2)
Esta enseñanza nos invita a examinar nuestros juicios y proyecciones, reconociendo que son manifestaciones del sistema de pensamiento del ego.
El poder del perdón
El Curso presenta el perdón como la herramienta principal para deshacer las ilusiones del ego. A través del perdón, aprendemos a ver más allá de las apariencias y a reconocer la inocencia en todos.
“El perdón es la gran liberadora de la percepción. Ofrece la visión de Cristo a todos, liberándolos de la prisión de sus propias ilusiones.“ (T-11.VI.3:1-2)
Practicar el perdón nos permite liberar a otros y a nosotros mismos de las percepciones distorsionadas del ego, abriendo el camino para la verdadera percepción.
La Expiación como corrección
La Expiación se presenta como la corrección del error fundamental de creer en la separación. El Curso enseña que aceptar la Expiación es reconocer que la separación nunca ocurrió realmente.
“La Expiación es la lección final. El aprendizaje en sí, al igual que las aulas en las que tiene lugar, es temporal. La capacidad para aprender carece de valor cuando ya no hay necesidad de cambiar.“ (T-11.VIII.8:1-3)
Aceptar la Expiación nos permite trascender la necesidad de aprendizaje en este mundo ilusorio y recordar nuestra verdadera identidad como Hijos de Dios.
La verdadera percepción
Podemos entender la diferencia entre la percepción del ego y la verdadera percepción utilizando la metáfora de unas gafas. Imagina que tienes dos pares de gafas: unas representan la percepción del ego y las otras la verdadera percepción.
Las gafas del ego tienen lentes distorsionados que hacen que todo parezca separado, amenazante y conflictivo. Cuando las usas, ves un mundo de diferencias, juicios y miedos. Cada persona y situación parece estar separada de ti y potencialmente en tu contra.
Las gafas de la verdadera percepción, por otro lado, tienen lentes claros que te permiten ver la unidad subyacente en todo. Cuando las usas, ves más allá de las apariencias superficiales y reconoces la inocencia y el amor en todos. El mundo se vuelve un reflejo de la paz y la unidad de Dios.
En cada momento, estás eligiendo qué par de gafas usar. La práctica del perdón y la aceptación de la Expiación te ayudan a quitarte las gafas del ego y ponerte las de la verdadera percepción, permitiéndote ver el mundo como Dios lo ve.
Aplicando las lecciones de Dios o el ego
- Practica ser consciente de tus elecciones entre el ego y Dios a lo largo del día.
- Observa tus juicios y proyecciones, reconociéndolos como manifestaciones del ego.
- Utiliza el perdón como herramienta para deshacer las percepciones distorsionadas.
- Recuerda que la Expiación ya está completa y solo necesita ser aceptada.
- Esfuérzate por ver más allá de las apariencias y reconocer la unidad en todo.
Aplica estos principios en tu vida diaria, observando cómo cambia tu experiencia cuando eliges conscientemente el sistema de pensamiento de Dios en lugar del ego. Recuerda, cada momento es una nueva oportunidad para elegir la paz y el amor de Dios.
Preguntas para la Reflexión Personal
- ¿En qué áreas de tu vida te resulta más difícil elegir el sistema de pensamiento de Dios en lugar del ego?
- ¿Cómo podrías aplicar el principio del perdón en una situación desafiante que estés enfrentando actualmente?
- ¿De qué manera el concepto de la Expiación cambia tu perspectiva sobre tus errores pasados?
- ¿Cómo podrías practicar la verdadera percepción en tus relaciones diarias?
- ¿Qué significa para ti personalmente la elección entre Dios y el ego?
Ejercicio Práctico: Cambiando de Percepción
- Elige un momento tranquilo del día para este ejercicio.
- Siéntate cómodamente y cierra los ojos.
- Piensa en una situación o relación que te esté causando conflicto.
- Imagina que estás viendo esta situación a través de las “gafas del ego“.
- Observa los juicios, miedos y sensación de separación que surgen.
- Ahora, imagina que te quitas estas gafas y te pones las “gafas de la verdadera percepción“.
- Mira la misma situación, buscando ver más allá de las apariencias.
- Intenta percibir la inocencia y la unidad subyacentes.
- Repite mentalmente: “Elijo ver esto con los ojos de Dios“.
- Permanece en este estado de percepción amorosa por unos minutos.
- Abre los ojos y lleva esta nueva percepción contigo durante el día.
Practica este ejercicio diariamente durante una semana, dedicando al menos 10-15 minutos cada vez. Observa cómo cambia tu percepción de las situaciones conflictivas a medida que practicas elegir la visión de Dios.
Glosario
Ego: Sistema de pensamiento basado en la creencia en la separación y el miedo.
Expiación: Corrección del error fundamental de creer en la separación de Dios.
Perdón: Herramienta para deshacer las percepciones distorsionadas del ego y ver la inocencia en todos.
Verdadera percepción: Visión que viene de elegir el sistema de pensamiento de Dios, permitiendo ver más allá de las apariencias.
Proyección: Mecanismo del ego para mantener la ilusión de separación atribuyendo a otros nuestros propios pensamientos y sentimientos.